1. Respeta la estructura
Lo
principal es conocer la estructura de los ensayos, la cual cuenta con una
introducción, un desarrollo y una conclusión.
La
introducción normalmente es corta, pero todo depende de la envergadura de
nuestro escrito. Su función es la de introducir al lector en el tema y ponerlo
al tanto de lo que se ha dicho del tema hasta el momento, es decir, presentar
los antecedentes.
El
desarrollo no es
nada más ni nada menos que el cuerpo del ensayo. Aquí es donde debes
exponer los argumentos que sustentan la hipótesis. Recuerda incluir citas,
fuentes y referencias, ya que dan veracidad al trabajo.
La
conclusión es la parte final del ensayo. En ella podemos hacer una
recapitulación de las principales líneas argumentativas siguiendo una línea
desde la hipótesis y terminar dando nuestro punto de vista o resolución final
del tema.
2. Elegir una temática interesante
Por más
ordenada que sea la estructura del ensayo, es necesario que el tema en
cuestión sea de gran relevancia. Aborda temas actuales y escribe teniendo
en cuenta el público al que va dirigido. Revisa los medios locales e
interiorízate con los temas que estén sobre el tapete.
3. No abarques demasiados puntos
El ensayo
no pretende agotar todas las posibilidades de un tema, sino que se enfoca solo
a una parte del mismo. Evita escribir párrafos y párrafos de otros aspectos del
tema en cuestión.
4. Utiliza frases cortas
Esto dará
dinamismo al textoy mantendrá la atención del lector. Es una forma de
evitar aburrir a tu público y que las ideas sean concretas.
5. Incluye reflexiones
Por más
objetivo que deba ser tu ensayo, es recomendable que después de la conclusión
incluyas un párrafo que estimule la reflexión e intente cambiar la
perspectiva del lector respecto al tema.